La última novela de Marta Rivera

La primera tarde después de Navidad, es el título de la última novela de Marta Rivera de la Cruz.
Esta novela ha recibido el premio de literatura juvenil e infantil que convoca la editorial Anaya, y que este año cumple su quinta edición.
Marta Rivera de la Cruz, es la escritora lucense, gallega, que más méritos está cosechando para esa tierra, que da personalidades siempre, del signo que fuere, pero individualidades de mucho peso a nuestro España.
Marta Rivera de la Cruz, se ha forjado, día a día, desde la humildad de su primera novela, hasta el premio planeta y con la que hoy comentamos, un hueco en el panorama gallego y español de la literatura.

La novela, por lo que conocemos de la obra de Marta, es seguro que se moverá dentro de los parámetros de la iniciación, en un íntimo mundo privado, que protege a los protagonistas de la exterioridad, siempre presa del tiempo.
La recomendamos vivamente, igual que su anterior producción y le deseamos la suerte que de sobre posee.

La dynamis poética de Octavio Uña

Estaciones de abril, es el evocador título que ha puesto el profesor Uña a su último libro de poemas. Evocador por contradictorio y plurisemántico; evocador por irisante de luz y catecúmeno; evocador porque tanto nos pone ante el lanzamiento de la luz ferial, como ante la estanción como el lugar de parada, de término.
Recuerdo a grandes poetas de abril, ante la portada del libro, porque en ese mes detuvieron su vida, sus poemas.
Poesía reflexiva, como véis, desde el propio título y dinámica.
Deseo ya que pronto pueda degustarlo en su sabiduría psicológica, en su profunidad de religación con la naturaleza y con lo divino, en su amplitud de miradas divergentes por racionales y libres.
Se presenta el próximo día 9 de abril, no podía ser de otra manera, en la Fundación Alianza Hispánica, a las 20:00, en Madrid, de la mano del cervantino profesor y buen amigo Santiago L. Navia y con el buen amigo Manuel Quiroga Clérigo.
Que sea un éxito, querido amigo.

JoséMaría Izarra o la timidez habita entre la risa y el amor

José María Izarra, publica su último libro en la editorial dossoles, al que ha titulado La risa como lamento, el amor como distancia.
Este nuevo libro de poemas que nos regala José Marí, guarda en sí un secreto maravilloso, que se revela con indudable brillantez a quién lo lee, un secreto que tiene que ver con el final de la descreencia, con el descubrimiento de un más de vida, y que refleja ese muñeco d ela portada, a medio camino entre Santi Andía y un estudiante de bata gris y patio de colegio, que sonríe y oculta, a la vez, las manos en sus bolsillos.
Como una prolongación de sus anteriores libros, La mujer del vestido estampado... y O sea, 22, pero con mucho más pureza e inegenuidad poética y personal, se presenta este libro a nuestro escaparate.

La antología manhattiana de Maricel Mayor Marsán

El pasado día dos de marzo se presentó en el marco de la XXIX Feria Internacional del Libro de Ciudad de México, la antología poética de Maricel Mayor Marsán, que recoge los libros publicados entre 1986 y el 2006. Veinte años de producción poética, marcada por la reflexión en torno a los errores y los horrores de la incivilizada criatura humana o la inhumana criatura incivil. La antologadora y prologista es Dana Gelinas.

José Luis García Martín: el placer de leer al borde del abismo

José Luis García Martín, poeta, ensayista, profesor, crítico literario, publica su Gabinete de Lectura en la editorial La Veleta. El gabinete de lectura de José Luis García Martín, resulta de unir las críticas literarias que ha realizado en el último año, con una serie de aforismos que definen los libros y la lectura, publicados en el diario ABC algunas de ellas. Estos últimos son realmente emocionantes y pregnantes, como el que establece que "los malos libros y los malos escritores sostienen el negocio editorial".
Con respecto a las críticas literias, encontraréis al José Luis de siempre, buscando siempre el "ridículo" del libro y del autor. Ridículo, es decir, más que la extravagancia o lo absurdo, lo que pretende hallar es la insuficiencia, lo que le falta, la escasez.
Por lo que el autor ya tiene y aporta, es posible hallarlo por parte de todos los lectores. Lo que el libro no tiene, de lo que anda escaso, aquello que es siempre lo más importante para el lector y que el crítico debe ponerlo en solfa. En la presentación del libro, puso como ejemplo de esta forma de realizar la crítica, a Juan Goitisolo, quien, en sus novelas y ensayos, siempre habla desde la marginalidad y con la marginalidad, ¿pero es marginal publicar en El País, o en las editoriales más marketinistas del país?
Un inciso, alguien que busca con fruicción la insuficiencia, aquello que hace que merezca la pena reescribir un libro y releerlo tantas cuántas fuese preciso para colocar lo que faltaba, no lo imaginaba en tal cuerpo. Uno para un crítico incisivo le ponía la cara y el cuerpo y las maneras de David Niven, no sé en que película ahora mismo.No a esta persona tímida, plácida, quieta, esente, que más parece, cuando lo encuentras, la persona que quiere pasar desapercibida siempre.
Dice José Luis, y nos lo dijo mientras pasaba desapercibido, y lo repite en el libro, que pobre del libro que cuando se acaba de leer, ha concluído. Sé que con este libro no va a suceder, porque se lleva a José Luis en la sangre, y te obliga a releer - se.

La filosofía acuática explicada a neófitos: el dicionario de la existencia de AOO

Siempre resulta un placer inusitado refrenciar una obra de Andrés Ortíz - Osés, ya sea en solitario o como director de un proyecto hermenéutico y relativizador.
En este caso, lo hacemos de una obra escrita en la segunda manera, como director, junto al inseparable Patxi Lanceros, como un fiel escudero de este Hermes 0ssessivo y ossessionado con el sentido de la realidad penúltima en la palabra última.
El lenguaje de la existencia, es, será, la honda preocupación cotidiana que ha traspasado la vida de este hermenéuta en su despacho orientador, en la Uni de Deusto. Allí, en ese despacho penúltimo, situado en un breve pasillo de dos puertas, guarda bien pero pierde, el sentido de la irrealidad que nos rodea.
A parte de querer recoger los términos filo - trópicos que definirían a la existencia, realizados por múltiple autores (como el ser aristotélico, que siendo múltiple es uno), arropa estos con la manera más hispana de pensar, a través del aforismo: breve expresión sintética del pensamiento, que a veces se expresa además argumentativamente; y, otras veces, es, como el pensamiento de Plotino, hiere felicísimamente.
En todo caso, hallaréis, en la definición consistente o en el aforimo definitorio, un placer pleno.

El final de la trilogía: Tino Barriuso y su esquina súbita

Cuando leo hoy el resultado final al que ha llegado Tino, recuerdo la noche, de hace ya cuatro años, o así, cuando cenábamos Tino, Fermín y yo, en el restaurante arandino Arandos. Sentados ante una fuente de marisco y unas botellas de Albariño, Tino nos confesó, sigilosamente pero alborozado, que se le acababa de ocurrir el último verso, el que cerraría su libro próximo. Creo que incluso, aquel día, se le hizo visible el título, ya que, tras la súbita esquina, llegó la calma de aquella plácida cena penúltima.
Un poemario el de Tino, que cierra, además, la trilogía poemática que abrió hace ya tiempo el libro que transmutaba al poeta en su hogar en una Paloma sin alas; siguió a éste, Que asedia el mar, donde el poeta, un poeta con ganas, paseaba la ciudad, Burgos de gozo, pero nos proponía la percepción de quien busca lo que no tiene, lo que ansía y lo persigue. De un estar sedente a un estar en danza.
Y cierra esta trilogía del estar, el estar del cansancio, vencido por el sueño de la creación. Ante la tragedia humana y su impotencia, el sueño de la creación, que se esencializa, como explica en la contraportada Susana Cueva, en España, pero vista "por un desterrado".